Robert Kraft: el aficionado que salvó a los Patriots

Hoy por hoy, millones de aficionados de los Patriots alrededor del mundo disfrutaron de su ascenso a lo más alto de la NFL por casi un cuarto de siglo, pero nada de eso hubiera existido sin una persona: Robert Kraft. Por motivo de su cumpleaños hablemos del fan que se convirtió en héroe de New England.

Un fan de los Patriots con un gran sueño

Robert Kenneth Kraft nació un 5 de junio, pero de 1941 en la ciudad de Brookline en Massachusetts. A partir de 1971 se convertiría en fan que asistiría regularmente al estadio de los Patriots, en ese entonces propiedad de la familia Sullivan.

El entonces joven emprendedor comenzó haciéndose de negocios que lo convirtieron en uno de los empresarios más importantes de la región. Por supuesto, su sueño con tanto dinero era eventualmente comprar al equipo de sus amores:

“Fútbol americano siempre fue el deporte por el que me sentía apasionado… Solía ver a la familia Sullivan, y Billy me caía bien. Solía hablar con él y un día le dije que si deseaba vender al equipo, me llamara para darme una oportunidad de adquirirlo.”

Billy Sullivan era dueño del equipo, pero nunca pretendió vender su parte de la franquicia a nadie en primer lugar. Sin embargo, con la deuda adquirida del Victory Tour de 1984, los Sullivan estaban ahogándose tratando de pagarla incluso habiendo llegado al Super Bowl en esa década. La NFL tenía un límite para esto, y sin más, se vieron obligados a vender algo para salir del apuro.

La deuda que adquirieron comenzó a hacer estragos en lo deportivo y de 1989 a 1993 tuvieron un récord combinado de 19 triunfos y 61 derrotas. Esto serviría de última instancia para motivar a Kraft para hacer algo, y con la venta del estadio, vio su oportunidad para poner en marcha un plan que tomaría casi una década en completarse.

El plan maestro de Robert Kraft

Primero se acercó a Chuck Sullivan, dueño del Schaefer Stadium para comprarlo. Tras muchas negociaciones, se haría del terreno donde jugaban los Patriots por 22 millones de dólares. Kraft también los obligó a firmar un acuerdo de arrendamiento que duraría hasta 2001 y obligaba a que el equipo no dejara el estadio hasta entonces, evitando una mudanza como la que intentarían después.

Mientras tanto, los Sullivan vendieron el resto del equipo al empresario Victor Kiam, un forastero en el área que empezó a tener muchos problemas económicos poco después. Uno de ellos fue una deuda que tenía con James Orthwein, a quien eventualmente le vendió la propiedad del equipo en 1992 para saldar el adeudo.

Orthwein fue muy ambicioso, pues quería llevar a su nuevo equipo a su natal St. Louis para convertirlos en los Stallions. La NFL también tenía planes de expandir el número de equipos en 1995, por lo que todo se ajustaba para que se diera el cambio; sin embargo, hubo un problema: el estadio.

Kraft fue inteligente creando el acuerdo de arrendamiento, porque ató a el equipo a su estadio, evitando cualquier cambio de sede sin su consentimiento. Como Jonathan Kraft le dijo a The Athletic, su padre leyó muy bien las intenciones de otros y actuó anticipadamente.

Con la espalda contra la pared, Orthwein trató de lograr su meta e incluso ofreció 75 millones de dólares por el estadio en esa época, sin éxito. Cansado, inició su intento de vender el equipo y Robert llevó a cabo la siguiente parte de su plan: la compra de toda la organización.

Primero ofreció cerca de 159 millones de dólares, aunque terminaría subiéndola 172 millones de dólares semanas después. Esa sería la única negociación exitosa de Orthwein con el que se convertiría en su sucesor como dueño de la franquicia y no podría haber estado más aliviado de acabar con su calvario.

¿El mejor dueño de la historia?

Cerca de 10 años después de comprar el estadio, casi 30 años después de convertirse en poseedor de un pase de temporada de los Patriots, Robert Kraft se hizo del equipo de sus sueños. El camino posterior no sería más fácil, pero aprendería de sus errores y los superaría.

Hoy en día los Patriots son el segundo equipo que más ingresos obtiene alrededor del mundo. También multiplicó su valor inicial hasta superar los miles de millones de dólares. La razón es muy sencilla: amor. Kraft trata a este equipo como a su hijo y todos los que participan en sus actividades diarias deben hacerlo también. Esto se traduce en un éxito que nadie más ha tenido en solamente 25 años:

  • Seis triunfos en el Super Bowl
  • 10 veces campeones de la AFC
  • 14 apariciones en el AFC Championship
  • 33 triunfos en postemporada
  • 19 títulos divisionales

De aficionado a dueño de los Patriots, y de dueño a héroe de este equipo. ¡Feliz cumpleaños jefazo!

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