Bill Belichick se fue, y con él, 24 años inigualables para la organización de los Patriots. Habrá oportunidad de hablar de los fracasos en análisis posteriores, pero ahora es justo expresar las emociones de una persona que vivió la mayor de las glorias que un aficionado pueda experimentar viendo la NFL o cualquier deporte de conjunto: una era de éxitos.
Títulos tras títulos nos demostraron que no existían imposibles, que no había un yo antes de nosotros y que los mejores momentos debemos atesorarlos porque nunca sabremos cuando se irán.
Carta de un aficionado a Bill Belichick
Querido Bill, hoy te escribo pensando en todo lo que lograste. Sé que ahora viene lo malo a la mente primero, por ser lo más reciente, pero para mí, lo bueno siempre puede más. No miro a tus últimos cuatro años y el récord sin Tom Brady, yo veo al joven que aprendió de sus errores en Cleveland para intentarlo una vez más con New England.
Aquel joven imberbe que saltó a una organización con historia perdedora y le dio un giro de 180° en un par de años. Con métodos poco ortodoxos, sin duda, pero eficaces. Habrá quien cuestione el mérito de tu filosofía, pero dudo que te importe, nunca la supusiste para ser atribuida a ti, sino para crear historia con ella, misma que escribirían tus propios jugadores. Siempre en el lugar correcto a la hora indicada.
Fue gracias a ella que le diste la oportunidad dorada a una selección de sexta ronda por encima de tu flamante QB multimillonario, aunque todos en Boston se te echaron encima… y el resto es una historia mágica, como de Cenicienta, porque sorprendiste al mejor espectáculo de la Tierra en el SB. Después de ahí, Bill, nos llevaste al infinito y más allá.
En mi memoria son imborrables sus sonrisas por ser bicampeones y sus miradas al suelo tras perder el invicto contra los Giants, tu ex equipo. Gracias por permitirme verlos campeones otras tres veces, incluso cuando por poco me daba un infarto viendo los finales del SB XLIX y SB LIII. Gracias por crear mitos como el de Malcolm Butler, Julian Edelman, David Patten y redimir a Randy Moss y compañía.
Incluso en tus peores años en la memoria reciente, muchos salieron a defenderte, hasta Tom Brady, aquel que muchos dicen que te construyó a ti, admite que solo por ti es el GOAT. Yo creo que ambos fueron un evento cósmico que fuimos afortunados en presenciar. Así es el deporte colectivo, no hay un yo o tú, sino un nosotros.
Aún no logro entender cómo es que llegamos a este punto, cómo se torció todo, pero debo decir que eso no empaña lo que veo en ti. Porque sin ti, ni yo, ni muchos otros seríamos fans de este deporte actualmente. Tocaste varias generaciones, que pronto le hablarán de tus hazañas a otras en el futuro, así como lo hizo tu padre en tu infancia.
No sé qué aguarda el futuro para ti, pero a dónde vayas ese legado irá contigo. Te merecías más, algo mejor, pero así es el negocio, siempre se impone. No importa cuánto intenten quitártelo o minimizarlo, es más grande que este equipo, que el football y que la vida misma. Porque tu nombre siempre será sinónimo de este deporte.
No hay palabras que te hagan suficiente justicia, pero créeme que lo intente lo mejor que pude. Gracias, Bill.
Atentamente: un fan de los Patriots y de la NFL.
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