Hace semanas que dejamos de tener presente al QB Mac Jones en lo medios y menciones de los aficionados de los Patriots. No es para menos, el de tercer año no es titular desde hace un mes y no se espera que cierre la temporada NFL 2023 este domingo, no obstante, la organización necesita definir su rol más allá de esta semana: titular, suplente, despido o moneda de cambio.
El problemático caso de una selección de primera ronda
Elegido en el Draft NFL 2021 con la selección número 15, Jones llegó de la universidad de Alabama con las mejores expectativas posibles, después de todo, llegaba con el mismo head coach que desarrolló a Tom Brady, sin mencionar que su mentor fue el mejor entrenador del colegial y acababa de ser campeón nacional.
Lo cierto es que su primera temporada fue interesante, con el pasador mostrando cualidades para por fin liderar a esta franquicia a una nueva era posterior a la dinastía. Sin embargo, una vez que este equipo alcanzó su cúspide en el mes de diciembre, Jones se fue a menos y culminaría con una dolorosa eliminación en la ronda de Wild Card a manos de los Bills. En ese momento se pensó que con un poco más de tiempo, ese equipo podría trascender en esas instancias.
El golpe de realidad no tardó en llegar, pues con la salida del OC Josh McDaniels en la offseason siguiente iniciaron los problemas; el HC Bill Belichick pensó que lo mejor era dejarle el desarrollo de su QB a Matt Patricia y Joe Judge —sin experiencia a la ofensiva— y luego ignoraron varias necesidades del roster, algo que se volvería un cliché en esta reconstrucción.
Por su cuenta, Mac Jones tampoco puso mucho de su parte. Parte importante de lo que fue su declive fue que expuso debilidades imposibles de corregir, que mostraron un pasador limitado y que necesitaba de otros a su alrededor para elevar una ofensiva, no al revés, como se piensa de un QB élite.
Tras un año de novato con el 67.6% de sus pases completos, 3 801 yardas, 22 pases de TD y 13 intercepciones, su degradación es fácil de observar en las estadísticas de cada año posterior:
- 2022: 65.2%, 2 997 yardas, 14 TD, 11 INT, 84.8 rating
- 2023: 64.9%, 2 120 yardas, 10 TD, 12 INT, 77.0 rating
En la semana 13 de la temporada 2023, Jones fue finalmente sentado y en su lugar empezó el QB Bailey Zappe, que sigue siendo titular hasta esta semana. Incluso cuando lanzó tres intercepciones contra Bills el domingo pasado en la primera mitad, no se dejó a Jones entrar en su lugar, lo que habla mucho de su sitio en este roster y nos hace preguntar lo que viene para él.
¿Qué sigue para Mac Jones?
En semanas pasadas, según el OC Bill O’Brien, Jones podría volver a su antiguo puesto en 2024 y mostró una gran madurez en la banca estas semanas.
“Me siento bien con Mac Jones. De verdad,” dijo O’Brien, según Mike Reiss de ESPN. “Creo que Mac Jones es un tipo inteligente. Es muy trabajador. Realmente ha hecho un buen trabajo en esta situación de ser un buen compañero de equipo. Mira, estas son cosas que pasan en el transcurso de muchas carreras. Hay altibajos. … Creo que Mac va a estar bien.”
Con otro año en su contrato de novato firmado en 2021, también existe la opción de un quinto año que le daría una extensión hasta 2026 (bastante improbable ahora). Existen dos maneras de afrontar una posible salida: despido o intercambio.
Este es su contrato para 2023:
- Salario: 2 785 412 dólares
- Impacto salarial: 4 959 294 dólares
- Dead Cap (dinero que se le debería): 4 959 294 dólares
Si es cortado, sus más de 4.9 MDD se quedarán como deuda para los Pats, sin reportar ahorro en su salary cap. Por el contrario, daría 611 530 dólares si es cambiado a otro equipo.
Básicamente, a los Pats les conviene intercambiarlo el próximo año o dejar que su contrato se termine hasta 2025, antes que pensar en dejarlo ir/despedirlo.
Con tanta necesidad en el resto de la NFL por QB hasta para ser suplentes, no debería extrañar que lo puedan mover a otra franquicia. La cuestión va a ser si están dispuestos a dejarlo ir por menos de lo que costó reclutarlo, y en todo caso, si con un nuevo staff (si se da), no le ven arreglo. Tal vez viendo como a la liga se le complica encontrar suplentes decentes, revalorice un poco a Jones, aunque sea como QB2 o QB3 y competir en el verano.
Sin duda, es una decisión interesante de las tantas de este tipo que tendrán los Patriots en los próximos meses.
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